de un tipo con buenos principios e impredecibles finales
3 de agosto de 2020
Colisión fatal
El estruendo ocasionado por el globo y el cactus fue espectacular. Ahora el primero se encuentra cómodamente flotando por ahí mientras que el segundo dejó las paredes cubiertas de agua y espinas como testimonio de su enorme fragilidad.
Muchas gracias Carmela. Al igual que en la vida misma es maravilloso ver como en ocasiones las cosas resultan completamente diferentes a lo esperado. En éste caso el globo rompió con toda probabilidad.
Confundimos a veces la fragilidad con debilidad, pero son los árboles más delgados los que resisten los fuertes vientos. Me encanta lo que se puede leer entre líneas de este micro.
Tienes toda la razón, los seres humanos tendemos a confundir muchas cosas y generalmente es en nuestra conveniencia. Fragilidad con debilidad, como lo mencionas, es un ejemplo claro de ello. Como siempre un placer leerte Alís.
Pobrecito, le duró poco el gusto de fingir ser lo que no era y además, desenmascarado por un globo. He tratado durante varios días de publicar en tu Blog pero no me permite hacerlo, me aparece: Nota solo los miembros de éste Blog pueden publicar comentarios.
Frágil pero no débil
ResponderEliminarMe gustan mucho tus realidades alternativas
Besitosss
¡Exacto! Muchas gracias por tu comentario, me anima a seguir adelante.
Eliminar¡Besos de regreso!
Qué monada. Como vera a cámara lenta.
ResponderEliminarUn abrazo
Imagino una explosión acuosa llena de colores brillantes y peligrosas espina volando por doquier.
EliminarUn abrazo Albada.
Lo esperado era un desenlace fatal para el globo frente al cactus, pero ya ves, salió airoso el globo.
ResponderEliminarMuy bueno.
Saludos, Miguel.
Muchas gracias Carmela. Al igual que en la vida misma es maravilloso ver como en ocasiones las cosas resultan completamente diferentes a lo esperado. En éste caso el globo rompió con toda probabilidad.
EliminarUn fuerte abrazo.
No están hechos el uno para el otro.
ResponderEliminarUn abrazo.
Lo intentaron como sucede muchas veces en la vida pero no, no les funcionó Macondo.
EliminarUn abrazo.
Confundimos a veces la fragilidad con debilidad, pero son los árboles más delgados los que resisten los fuertes vientos. Me encanta lo que se puede leer entre líneas de este micro.
ResponderEliminarBesos
Tienes toda la razón, los seres humanos tendemos a confundir muchas cosas y generalmente es en nuestra conveniencia. Fragilidad con debilidad, como lo mencionas, es un ejemplo claro de ello. Como siempre un placer leerte Alís.
EliminarBesos.
No todo es lo que aparenta.
ResponderEliminarUn saludo.
Exactamente Né, aplica también para las personas, por supuesto.
EliminarSaludos.
Pobre cactus... todo era fachada.
ResponderEliminarPobrecito, le duró poco el gusto de fingir ser lo que no era y además, desenmascarado por un globo.
EliminarHe tratado durante varios días de publicar en tu Blog pero no me permite hacerlo, me aparece: Nota solo los miembros de éste Blog pueden publicar comentarios.
Un abrazo Toro.
Pobre cactus, de la emoción del roce estalló en mil pedazos. Nunca se le acercaron por tener espinas y hacer daño, aunque no fuera premeditado.
ResponderEliminarUn abrazo.