Muy triste para los niños, antes nosotros no teníamos la carga que llevan ahora, eramos niños y ya. Estudiar, jugar, divertirnos y hacer travesuras eran nuestras únicas obligaciones.
No conozco la serie Remi, pero por la fotografía intuyo que puede estar en la línea de Marco o Heidi (ésos sí son de mi época y las vi) y recuerdo a toda la familia llorando.
Tal vez más que provocar depresión infantil esas series sirvan para mitigarla un poco, porque facilitaban el desahogo. Mis lágrimas (las de toda mi familia) seguramente limpiaban más que la tristeza por las peripecias de Marco buscando a su madre.
Es sólo una teoría lanzada en el momento.
Besos, Miguel
PD. Veo que has cambiado la foto de perfil. Es muy chula ésta.
Efectivamente Remi era del corte de Heidi y Marco. Creo que los japoneses que las escribían eran huérfanos porque en ninguna de ellas los personajes tenían mamá o se la pasaban buscando una. Dicen que llorar limpia el alma y el espíritu, no sé que tan cierto sea, el caso es que con esas caricaturas te deshidratabas por los ojos.
Muchas gracias por el comentario de la foto del Blog, hasta que logré ajustarla caray y en cuanto a tus comentarios no te apures, me gusta mucho recibirlos.
Hola Miguel!! Que belleza ese Dibujito, senti curiosidad y vi el primer capitulo es muy similar a Heidi, me gustan estas historias con un humor sano e inocente. Antes no existia el aburrimiento ni la depresion infantil jajjaja. Miguel fui a tu recomendacion a tu Blos Cuates Castilla y que maravilla, que orgullo debes tener con semejante historia musical, vi todos los videos del blog e investigue otros, asi como personas que hoy tocan y cantan sus canciones eso es sensacional. me encanto tu historia y vos no seguiste ese camino haciendo musica o cantando? solo por curosidad. Queria tu permiso para hacer una entrada contando la historia de los Cuates Castilla y elegir algunas canciones, si te parece bien, me avisas en mi blog, porque veo que no tenes email. Un abrazo y espero tu favorable constestacion.
¡Hola Gra! Esas caricaturas eran buenísimas pues entre otras cosas, no tenían tanta violencia. Definitivamente eramos niños mucho más felices que los de la actualidad. Ya te escribí a tu email y también puse el mio en el Blog. Agradeciendo tus comentarios te cuento que para mi sería un honor que publicaras algo acerca de ellos, te lo agradecería infinitamente.
Así es Albada. Tanto el libro como la serie eran muy buenos, tristes, si, tristes tristes. La culpa de los niños con depresión, desde mi punto de vista, las genera el entorno que les hemos creado y la incompetencia de los padres para abordar ciertos temas y aspectos de la vida que repercuten directamente en los peques. El tema es que pobres niños, se las están viendo negras.
¡Y que lo digas, que lloradera! En parte mi entrada va por ahí, nosotros vimos esas caricaturas tristísimas (muy adecuadas para niños, si señor) y no nos pasó nada psicológicamente hablando. Si las llega a ver un niño de hoy en día, con la moda de la Depresión Infantil, seguro se corta las venas en el segundo episodio.
Desafortunadamente los miedos y las depresiones no entiende de edades ni profesiones, simplemente están acechando y nos atacan cuando menos lo esperamos. Pongamos más ánimo a nuestras vidas y tratemos de transitar por ellas sin tantos miedos porque al final del día, de eso se trata estar aquí.
Me sucede como a Alís, que no conozco la serie pero supongo que será en la línea de Heido y Marco. Creo que los que no teníamos depresión infantil éramos nosotros. Los traumas infantiles se inventaron después. Un abrazo.
Hola Chema. ¡Exacto! A eso precisamente me refiero. En nuestra infancia o juventud veíamos ese tipo de caricaturas (bastante tristes) y ni nos deprimíamos ni tampoco nos quedo ninguna secuela. Ahora con el tema de "Depresión Infantil" los niños de hoy en día, pobres, no salen del consultorio del psicólogo.
Así es la vida, que nos ha tocado ahora.
ResponderEliminarBesos
Muy triste para los niños, antes nosotros no teníamos la carga que llevan ahora, eramos niños y ya. Estudiar, jugar, divertirnos y hacer travesuras eran nuestras únicas obligaciones.
EliminarBesos.
No conozco la serie Remi, pero por la fotografía intuyo que puede estar en la línea de Marco o Heidi (ésos sí son de mi época y las vi) y recuerdo a toda la familia llorando.
ResponderEliminarTal vez más que provocar depresión infantil esas series sirvan para mitigarla un poco, porque facilitaban el desahogo. Mis lágrimas (las de toda mi familia) seguramente limpiaban más que la tristeza por las peripecias de Marco buscando a su madre.
Es sólo una teoría lanzada en el momento.
Besos, Miguel
PD. Veo que has cambiado la foto de perfil. Es muy chula ésta.
;)
Tengo que aprender a no dejar comentarios más largos que los textos, jajajaja.
EliminarLo siento.
Efectivamente Remi era del corte de Heidi y Marco. Creo que los japoneses que las escribían eran huérfanos porque en ninguna de ellas los personajes tenían mamá o se la pasaban buscando una. Dicen que llorar limpia el alma y el espíritu, no sé que tan cierto sea, el caso es que con esas caricaturas te deshidratabas por los ojos.
EliminarMuchas gracias por el comentario de la foto del Blog, hasta que logré ajustarla caray y en cuanto a tus comentarios no te apures, me gusta mucho recibirlos.
Besos Alís.
Hola Miguel!!
ResponderEliminarQue belleza ese Dibujito, senti curiosidad y vi el primer capitulo es muy similar a Heidi, me gustan estas historias con un humor sano e inocente. Antes no existia el aburrimiento ni la depresion infantil jajjaja.
Miguel fui a tu recomendacion a tu Blos Cuates Castilla y que maravilla, que orgullo debes tener con semejante historia musical, vi todos los videos del blog e investigue otros, asi como personas que hoy tocan y cantan sus canciones eso es sensacional. me encanto tu historia y vos no seguiste ese camino haciendo musica o cantando? solo por curosidad.
Queria tu permiso para hacer una entrada contando la historia de los Cuates Castilla y elegir algunas canciones, si te parece bien, me avisas en mi blog, porque veo que no tenes email.
Un abrazo y espero tu favorable constestacion.
¡Hola Gra!
EliminarEsas caricaturas eran buenísimas pues entre otras cosas, no tenían tanta violencia. Definitivamente eramos niños mucho más felices que los de la actualidad.
Ya te escribí a tu email y también puse el mio en el Blog. Agradeciendo tus comentarios te cuento que para mi sería un honor que publicaras algo acerca de ellos, te lo agradecería infinitamente.
Besos.
No conozco el libro. Pena los niños con depresión, qué pena.
ResponderEliminarUn abrazo y feliz lunes
Así es Albada.
EliminarTanto el libro como la serie eran muy buenos, tristes, si, tristes tristes. La culpa de los niños con depresión, desde mi punto de vista, las genera el entorno que les hemos creado y la incompetencia de los padres para abordar ciertos temas y aspectos de la vida que repercuten directamente en los peques. El tema es que pobres niños, se las están viendo negras.
Abrazo fuerte.
Cuando en televisión emitían Marco o Heidi se podía navegar por el interior de las casas... lloraban hasta las puertas.
ResponderEliminarSaludos.
¡Y que lo digas, que lloradera!
EliminarEn parte mi entrada va por ahí, nosotros vimos esas caricaturas tristísimas (muy adecuadas para niños, si señor) y no nos pasó nada psicológicamente hablando. Si las llega a ver un niño de hoy en día, con la moda de la Depresión Infantil, seguro se corta las venas en el segundo episodio.
Un abrazo Xavi.
Hay depresión en el mundo escritor y almas que gritan lo que no entienden Y si hay miedos nosotros nos convertimos también en niños
ResponderEliminarabrazossssssssss
Desafortunadamente los miedos y las depresiones no entiende de edades ni profesiones, simplemente están acechando y nos atacan cuando menos lo esperamos. Pongamos más ánimo a nuestras vidas y tratemos de transitar por ellas sin tantos miedos porque al final del día, de eso se trata estar aquí.
EliminarUn abrazo.
Me sucede como a Alís, que no conozco la serie pero supongo que será en la línea de Heido y Marco.
ResponderEliminarCreo que los que no teníamos depresión infantil éramos nosotros. Los traumas infantiles se inventaron después.
Un abrazo.
Hola Chema.
Eliminar¡Exacto! A eso precisamente me refiero.
En nuestra infancia o juventud veíamos ese tipo de caricaturas (bastante tristes) y ni nos deprimíamos ni tampoco nos quedo ninguna secuela.
Ahora con el tema de "Depresión Infantil" los niños de hoy en día, pobres, no salen del consultorio del psicólogo.
Un abrazo.