Imagínate Verónica, al tipo le pudo pasar el coche entero por encima que el estar vivo ya es ganancia. Además es cierto, siempre ha sido muy risueño. Un abrazo.
Jajajaja, así es Jova. Tener los datos frescos en la memoria siempre será útil, en este caso aunque solo sea para el doctor. Un abrazo y gracias por la visita, ahora mismo te visito yo también.
Tras tu percance con el “radiador”, te dejo dos noticias, una buena y una mala. La buena… Ni siquiera este accidente tan grave ha logrado quitarte esa brillante capacidad que posees de sonreírle a la vida y darle alegría a los demás. Y la mala noticia es que, ese señor de la bata blanca a quien tú llamas doctor… en verdad se llama San Pedro. ¡Saludos amigo! … Siempre te recordaré con una sonrisa.
Jajajajajajajajajajaja, con razón se me hizo raro tanta llave. Cuando lo vi pensé ¿este amigo es doctor o cerrajero? Ahora entiendo. Un abrazo Juan Carlos.
Por lo menos recordaba lo que le había pasado.
ResponderEliminarFeliz fin de semana.
Afortunadamente la memoria quedó intacta y hasta mejorada.
EliminarFeliz finde para ti también Antonia.
Un abrazo.
Un radiador no se olvida con facilidad. Sobre todo si te pega en el lugar donde se guardan los recuerdos.
ResponderEliminarUn abrazo.
Jajajaja, así es Chema, el radiador y él quedaron unidos para siempre.
EliminarUn abrazo.
Y todavía tiene ganas de reír.
ResponderEliminarMuy sugerente la imagen.
:))
Un abrazo.
Imagínate Verónica, al tipo le pudo pasar el coche entero por encima que el estar vivo ya es ganancia. Además es cierto, siempre ha sido muy risueño.
EliminarUn abrazo.
Buena memoria fotográfica, jajajaja
ResponderEliminarSaludos.
Jajajaja, y hasta donde sé era de memoria corta lo que significa que de algo le sirvió el radiador.
EliminarUn abrazo Toro.
Jajajaja dato muy útil en tan funesta situación. Un abrazo
ResponderEliminarJajajaja, así es Jova. Tener los datos frescos en la memoria siempre será útil, en este caso aunque solo sea para el doctor.
EliminarUn abrazo y gracias por la visita, ahora mismo te visito yo también.
Tras tu percance con el “radiador”, te dejo dos noticias, una buena y una mala.
ResponderEliminarLa buena… Ni siquiera este accidente tan grave ha logrado quitarte esa brillante capacidad que posees de sonreírle a la vida y darle alegría a los demás.
Y la mala noticia es que, ese señor de la bata blanca a quien tú llamas doctor… en verdad se llama San Pedro.
¡Saludos amigo! … Siempre te recordaré con una sonrisa.
Jajajajajajajajajajaja, con razón se me hizo raro tanta llave. Cuando lo vi pensé ¿este amigo es doctor o cerrajero? Ahora entiendo.
ResponderEliminarUn abrazo Juan Carlos.